“¡Alabada sea la tecnología! ...porque sin ella no podríamos disfrutar de este tipo
de maravilla floral. ¡Espero que les guste!” Así leía
un mensaje de correo electrónico que me envío una amada amiga desde Filadelfia.
Temí que fuera una de esas cadenas de
mensajes amenazantes que te advierten que la parte un rayo en caso de que no lo
reenvíes… ¡y decidí ponerme a riesgo! Entonces encontré un regalo que he
decidido compartir a manos llenas. Inicialmente hice lo mismo que mi amiga, y
lo reenvié a mis “especiales”. Pero al momento sentí que me arropaba una nube
de egoísmo y mezquindad. Lo colgué en féisbuc y le dí un tuit.
Tiene razón mi amiga al alabar la tecnología:
el multimedia que comparto acelera el hermoso y suave proceso de los pétalos en
proceso de florecer. ¿No es así como crecen nuestros hijos? ¿Como nos
desarrollamos, sanamos y perdonamos?
No por vagancia y sí por regalar a
todos los amigos fieles, a los no tan fieles; a los amigos de hace 3 años, a
los nuevos, y los que llegarán: ¡Buen Domingo! ¡Buena Semana! ¡Buen Siempre!