El 13 de abril de 1970, el astronauta Jack Swigert emitió un mensaje desesperado desde el Apolo 13. Hoy, puedo parafrasearlo con autoridad: Intruso recurrió. Me lo dijeron en Houston.
Hasta hoy no lo había explicado en el blog, pero en agosto del año pasado me sometí a la 3ra. craneotomía para extirpar al “Intruso”. Tuvimos que emigrar de mi hermosa isla caribeña a una de las ciudades del estado sureño donde está “la más alta tecnología” y un neurocirujano especializado en borrar del mapa cerebral a Meningiomas Atípicos como el mío. Fui por una semana o dos -como mucho- y terminé en un hospital de rehabilitación de donde salí casi dos meses después… parapléjica, con la peor de las prognosis y con los debidos formularios para retirarme del trabajo por incapacidad física.
¿Por qué no lo dije antes? Yo estaba segura de que mi súper médico había arrancado el tumor, así que durante los pasados 8 meses me limité a postear Canciones de Domingo con mensajes de esperanza y alegría. Preferí esperar el resultado del MRI “de seguimiento” antes de anunciar con bombos y platillos que mi cabeza estaba “limpia”.
Mi intensión era escribir una entrada “desde el aire” –durante el vuelo de regreso a casa- para dar a conocer la gran noticia de la desaparición de Intruso. Se trataría de una convocatoria para cambiar el nombre de este espacio cibernético; de esta casita de desahogos y ayuda a otros entumorados.
Tenía la certeza de que ya no “conviviría” con él; que continuaría trabajando en terapias para alcanzar cierta independencia física. La última frase hubiera sido: “¿Alguna sugerencia para el nuevo título de este blog libre de Intruso?”.
Por ahora –y con más empeño que nunca- sigo con las terapias físicas intensivas. Considerando que batallamos contra un Meningioma Atípico, esta misma semana tengo nuevas citas medicas para diseñar lo que me pintaron como “una terapia de agujitas diarias de una especie de quimoterapia”.
¿Qué será lo próximo? No sé... ni me atrevo a preguntar.
* Nota: esta entrada fue redactada el 21 de abril, pero no fue hasta hoy que me armé de fuerza para decirlo. Sí, aunque trate de animar a otros, soy humana y débil…