¡Intruso nunca se enteró del primer millón de visitas!

Ellos tampoco le dan tregua a Intruso:

domingo, 8 de diciembre de 2013

Botox: 2do. Round

Las cosas son cuando tienen que ser y como tienen que ser. Por más que planifiquemos, deseemos… el que está  pa’ martillo, del cielo le caen los clavos.

Informo –sin más ni más- que el seguro médico de mi esposo cubrió el costo total del tratamiento de la Segunda Ronda de Botox para mis piernas, pero desde una farmacia especializada, ¡donde costaba menos! Como beneficio adicional, me la llevaron a casa. El evento del proceso de administrar las inyecciones. Fue intenso y doloroso. Mayor la cantidad de pinchazos y más fuerte la dosis. Los puyazos fueron de tal magnitud, que en más de una ocasión mi cuerpo generó movimientos involuntarios y la aguja en vez de caer en el músculo, penetró venas provocando moretones del tamaño de la palma de la mano.

El tratamiento –entiendo yo- no me fue beneficioso esta vez. Creemos que se excedió en la cantidad porque ahora las piernas no me sostienen. Ni un minuto de pie, en las barras paralelas y menísimos frente al andador.

Si dependiera del botox para mantener mi rostro juvenil y estirado sin cirugías, por mí fuera, me quedo vieja y arrugada. Mientras tanto… Seguiremos informando.
(Foto, descargada de mi teléfono).

lunes, 21 de octubre de 2013

Botox update

Tengo una deuda pendiente, y paso a pagarla. Es que me preguntan por aquí, por allá y acullá sobre mi tratamiento de botox en las piernas.

Antes que todo, gracias por pensarme, ocuparse y preocuparse por mis adelantos en este largo proceso.

Respondo a todos por aquí, y solamente por aquí. Ya le replicaré a los féisbuqueros en mi muro abierto. A los amigos desenredados, o fuera de las redes sociales también lo sabrán por este medio. Es una maravilla copiar un enlace en los correos electrónicos para evitar repetir la información una y otra vez.

Así las cosas, informo oficialmente que el tratamiento de botox en las piernas empezó y terminó. Fue debut y despedida. Entiendo que es muy efectivo, y que en efecto, me apaciguó la espasticidad severa. Admito que me aflojó la rodilla izquierda más de lo necesario. En términos generales lo puedo recomendar a las personas que tengan suficiente tolerancia al dolor extremo de los puyazos.

Ahora bien; el tratamiento de botox para los músculos rebeldes de mis piernas llegó a su fin. Me quedé en la primera ronda. A menos que ocurra un milagro, no me será posible continuarlo. El altísimo costo le puso punto final a la terapia inyectable. El plan médico cubre el 80% de los medicamentos. El restante, que sería el deducible, me toca a mí.

Hasta ahí, todo claro…

Para la primera ronda, pagué $300 de deducible. Fuerte para mi bolsillo acostumbrado a pagar muchísimo menos por los medicamentos que me mantienen viva. Sin embargo, para la segunda ronda, la dosis aumentó, y ahora me tocaría pagar $2,000.

¡Imposible! Sencillamente imposible. Hagan ustedes los cálculos en sus respectivos cambios de moneda a dólares americanos. No importa cuán devaluado esté el dólar; ni cómo resulten sus cálculos. Los de mi bolsillo hablan por sí solos.

Hemos analizado mil posibilidades y no me quiero rendir. De hecho, hoy exploro nuevamente la posibilidad de pedir el medicamento a otro país.


Se supone que la terapia de botox se repita cada tres meses, pero por ahora quedan suspendidas hasta nuevo milagro. 

(Foto, del Web... no he comprado las nuevas dosis)

lunes, 1 de julio de 2013

Botox para mis piernas

Si Carmen cree que me va a llevar por el camino de la amargura con sus amenazas, se equivoca. Ella cree que porque yo me canso mucho frente del teclado, ¡le voy a permitir que cuente mis intimidades!

Ni loca, Carmencita. Lo mío, lo digo yo. Por eso, antes que se te ocurra hacer chistes a cuenta de mi próxima aventura, voy a anticipar por aquí lo que voy a hacer el miércoles:

Dentro de 3 días me ponen 6 inyecciones de botox en las piernas con el propósito de “ablandar” los músculos rebeldes que provocan la espasticidad. Especialmente en la pierna izquierda, mejor conocida como la República Independiente.

Todavía no sabemos cómo reaccionará mi cuerpo. Ya me hicieron este tratamiento hace casi 3 años y no ví progresos. Claro, yo estaba en peores condiciones físicas. Ahora, tengo más energías y herramientas para alcanzar mis metas a corto plazo y trabajar hacia el camino de mi independencia.

Y más vale, porque el plan médico solo autoriza en botox para pacientes con las siguientes condiciones: distonia, estrabismo, desórdenes neurofaciales, espasticidad de extremidades superiores y prevención de migraña crónica.

O sea… que para caminar sin espasticidad con mis extremidades inferiores, tendré que hacerlo con las manos, o no me pagan el coaseguro de $300.00 correspondiente a 6 dosis cada 3 meses…

***

Nota preventiva: si a Carmencita se le ocurre embromar con mis piernas por las 6 inyecciones de botox, no le crean. No se trata de un mecanismo para “embellecer”, ni “quitarle arrugas, patas de gallo… ¡ni ojeras!” Aspiro a ponerme de pie, transferirme de silla, voltearme en la cama y poder pasar periodos de 24 horas de vida independiente.
(Foto, del Gueb. No voy a abrir un empaque para tomarle una foto...)

domingo, 30 de junio de 2013

Actualizando en el cuarto


¡Éjeleee! ¿Quién pensó que la entrada de hoy era sobre fresquerías novedosas en una habitación? Pues paso a pasmarles la curiosidad…
Hoy celebramos el cuarto aniversario de ésta, y otras 2 casitas de palabras. Casi-casi, Cassi lo obvia, pero decidí que no se puede dejar en el tintero semejante celebración. La seduje y decidimos que yo la ayudaría.
Yo soy Carmen, la mejor amiga de Cassiopeia. Somos tan unidas como uña y mugre. Ella la uña y yo, la mugre….
Una visita por la primera entrada, y el encabezado de esta casa, permiten tener una idea de cómo piensa Cassi. Ella, es de las que no se rinden fácil, pero hoy se rajó. Lleva varios días de unas convulsiones focales muy extrañas. Ahora –hace unos minutos- se le ha ocurrido intensificar el fastidio a la pierna derecha, fiel compañera de la República Independiente e Izquierdista.
Desde que toma unas capsulas color verde dizque de unas algas asquerosas, parece que le están despertando algunas partes dormidas.

¡Éjeleee! ¿Otra vez pensando en cuentos de contenido sexual? Mejor me apuro antes de que Cassi me encuentre trasteando su notebook (“Victoria”).

Pues los nuevos movimientos involuntarios comienzan con una especie de fuetazos eléctricos que dan vueltas por el pie, hasta llegar a la rodilla. Supuestamente es efecto de células madres que activan las cochinas cápsulas verdes. A mí que no me hablan ni de las madres de las células. Lo que vemos es un acto de violencia intracorporal.

En un momento dado, el pie se le vuelve loco: los dedos empujan hacia arriba en forma de abanico, mientras el pie se mueve con violencia hacia los lados. Simultáneamente se le forman hoyos en distintas partes de la pierna como si los golpes de electricidad succionaran la piel.

Honestamente, es un espectáculo digno de una película de horror. Al principio, hace unos meses, Cassi gritaba del dolor, y hasta hacia sonidos similares a los de película pornográfica.  Ya no. Ahora se aguanta para no asustar a la gente. La neuróloga está feliz. Dice que la pierna está “respondiendo”. Yo no sé a qué rayos responde.

Pero eso que Cassi lo explique luego.

Yo me quiero limitar a celebrarle el Cuarto Aniversario con rrrico cafecito de los que le hace su esposo. Lo vamos a ubicar en el margen, sin anuncios. De manera que se lo lleven los visitantes que gusten… y lo repliquen cuantas  veces quieran y como quieran.

No me voy a despedir sin actualizar el estatus general de mi amiga: ya se incorpora, se puede sentar y comer solita. Se ducha y puede controlar su Departamento de Desperdicios Sólidos y Líquidos. El dolor insoportable que sentía hasta con el roce de la ropa, cesó con una terapia de bloqueo de dolor que sobrepasaba el que ya tenía. Otra de las muchas bendiciones con las que cuenta: dejó el tratamiento de quimo, de manera que ya no está tan cansada y puede mantenerse más activa. Tuvo que dejar las visitas a los gyms de Medicina Deportiva, y ha perdido masa muscular.

Se puede poner de pie y arrastrar las piernas asistida de las barras paralelas.
Todavía no se viste, no se para sola, no tiene balance como para usar andador. De noche, sigue en el mismo desastre: no tolera dormir sola. No se voltea y hay que virarla cada hora para evitar ulceras. Se ahoga; odia tener las piernas en posición horizontal y hay que ponerle una cuña debajo de las rodillas. Ponerla del lado izquierdo (el único que tolera), es un evento
Si logro rescatar unas fotos de su celular, las subo… a ella no le gusta, porque se le ven grandes las nalgas.

¿Cómo se le van a ver si apenas se mueve?
Bueno, bueno, bueno… ahora voy a robarle la foto del celu, y paso a pelear con “Mr. Blogger”, como ella dice. Para mí, que la plataforma se prostituyó con el cambio de formato.

Mientras, besazos de parte de la “mugre” que no se separa de la espectacular “uña”,

Carmen


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Sobre las fotos e ilustraciones aquí presentes...*

* Si alguien se ofende con la publicación de alguna foto tomada prestada de la Gueb, que lo diga y la borro inmediatamente. Si le ofende mucho, mucho le pido excusas públicamente por el malrato.
Si alguien toma alguna de las mías, que no sea tontito y lo diga, que difícil que es esta pendejada de tomar fotos sin poder mover el culo de una silla.

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