¡Intruso nunca se enteró del primer millón de visitas!

Ellos tampoco le dan tregua a Intruso:

domingo, 11 de diciembre de 2011

El Secreto de la Rodaja de Limón

Merezco zumo de limón en los ojos como castigo por no haber visto el mensaje del incansable, guapo y valiente José Antonio Fernández Senovilla. Es que hay que ser incansable como atleta de alto rendimiento; guapo para jugárselas con cualquier tema; y, valiente para enfrentar todo, hasta los despistes.

Ese último fue mi caso: nos envió una entrada-regalo el 15 de noviembre, y yo lo he visto ayer. Para que no se me pongan más verdes los ojitos… recibo el zumo en la boca, en agradecimiento al cítrico que neutralizó las nauseas propias de la “mala barriga” durante mis 6 embarazos… Por eso, entra “oficialmente” en la casita deMadre (la dedicada a mis Hijos Favoritos y a los Futuros Nietos de Mi Esposo). La replico en la del Intruso, porque el limón también me cura el alma y diluye las espinas disfrazadas de dolor, cosa que no le sucede a Cualquiera.

Gracias José Antonio. Sin más, presento con genuina humildad a un Grande como tú:

**

El Peregrino de la Blogosfera llega al rincón de Cassiopeia recibido con una acogida muy calurosa y dispuesto a reponer fuerzas en su viajar por las bitácoras que tan gentilmente le han invitado.

Hoy vamos a contar esos secretos que se transmiten de padres a hijos y no se aprenden en ninguna escuela, sólo son anécdotas de preguntas inquietas que hacemos los niños cuando somos esponjas para absorber toda la información que nos dan.

¿Por qué se pone una rodaja de limón con el pescado? Muchos les dirán que es para dar sabor al suculento manjar que van a degustar, y puede que así sea, pero la historia nos cuenta que desde tiempos muy antiguos, quizá ya en época del Imperio Romano, siempre que un banquete se servía pescado, este iba acompañado de limón.

Y como siempre tiene su lógica, por un lado las funciones farmacológicas en prevención de enfermedades del limón ya eran sobradamente conocidas por aquella gente, pero es que además se tenía la creencia que si algún comensal se tragaba accidentalmente una espina, con el jugo ingerido del limón se desharía en el estómago sin causar males mayores.

Les contaba que son secretos que se transmiten de padres a hijos y mi abuela además de acompañar con limón cualquier tipo de pescado, tenía siempre muy cerca el pan para todos los comensales, pues era el método más efectivo para tragar esa espina que a todos alguna vez se nos ha clavado en la garganta.

Y como sé que mi amiga Cassiopeia gusta de la buena música, le voy a dejar una melodía de despedida a esta agradable acogida que he recibido.

No se me olvida dejarles a ustedes una pregunta para que contesten en los comentarios, hoy se lo pongo fácil ¿Saben ustedes más utilidades caseras del limón? Estoy seguro de que sí, así que si les parece instructivo, ya saben, dejen su aporte en un comentario

**

Por mi parte, agradezco la visita y le ofrezco una energizante limonada hecha con los frutos de mi patio. También le regalo una canción “de cuna” que me cantaba mi madre, y yo lo repetí a mis hijos antes y después que salieran de mi casita… a este mundo... a veces agrio... a veces dulce. La limonada fresca le va a servir para continuar el peregrinaje (por estas tierras hace calor); con la canción, tiene para reírse del acento gringo.

domingo, 13 de noviembre de 2011

“¡Se acabó la carga’era!”

Salvaguardando las distancias en tiempo, espacio, sangre, luchas, historia político social del poeta…

Salvaguardando la voz, genio y figura, sentimiento y juventud del cantante… sigo en fast forward hacia la independencia, que en mi caso, sería mi libertad.

“¡Se acabó la cargadera!”, me dijeron… cuatro palabras y me sentí como si fuera un saco de papas. No se dieron cuenta de que hace años que me esfuerzo para llegar a esa meta.

Han pasado 15 meses. Tengo déficit de masa muscular; batallo con la República Izquierdista y su rodilla que dobla en reversa… busco balance como si fuera aire para respirar. Pero hoy vuelvo a probar “La Verja de la Independencia Hacia el Camino de la Libertad”. Es pesado “depender”; y peor, que te lo hagan saber. Por eso, aunque me quiebre de dolor; “¡Se acabó la carga’era!”

"Para la libertad", Miguel Hernández

El Herido

I
(...)

II

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

El hombre acecha, (1938-39)


domingo, 6 de noviembre de 2011

Aria en tiempo de tormenta

Yanni fue el refugio de Mi Hijo Favorito de los Mayores en el momento de la Primera Gran Tormenta Familiar causada por la aparición de Intruso (el tumor cerebral “benigno” que supuestamente todavía pulula en mi terca cabecita).

Está probado que los adultos nos refugiamos en la música. Los niños también. El chico, que ahora es un hombrón, se refugió bajo las alas del Johann Pachelbel y de Yanni.

Dos meses antes del jueves que me dijeran “te puedes morir el lunes, durante la cirugía”, habíamos ido a un concierto de Yanni con el chico. Celebrábamos mi cumpleaños #42. Él, a sus 12 años y medio, quedó extasiado con la interpretación y estuvo escuchándola día y noche durante los 11 días que estuve “vacacionando” en la Unidad de Neuro Intensivo. Se mantuvo en la misma onda durante casi dos meses más mientras estuve en el centro de rehabilitación física en Estados Unidos.

Mi Mejor Amiga/Ángela/Hermana/Comadre me regaló el DVD del convierto de Yanni en el Acrópolis. A mi regreso a casa, el chico continuó “ariando” por varios años. Y no lo olvida, porque lo comentamos en estos días.

Yanni viene a Puerto Rico en diciembre de este año. Va a hacer uno de esos grandiosos espectáculos en localidades magnificentes. Esta vez, en nuestro Fuerte San Felipe del Morro, de frente al mar. Si yo fuera él, planificaría un horario pre crepúsculo.

No creo que me sea posible asistir por lo irregular del terreno. No quiero fastidiar ni silla de ruedas, ni mi scooter. Pero tan pronto salga a la venta el DVD, lo voy a pedir de regalo y lo voy a ver, a ver, a ver… con Mi Hijo Favorito de los Mayores para conmemorar nuestro Grandioso y Espectacular Milagro Terrenal a cargo del Director de la Orquesta Celestial.


sábado, 29 de octubre de 2011

Otra vez, me rindo mañana

¡Qué viernes el de ayer! Nuevo MRI con distintas interpretaciones (que si el tumor creció, que si está igual, que si lo que se ve es una sombra de la crisálida de donde estuvo el tumor… que si es el manchón que deja el tinte para el contraste…). Amenazas de aumento de quimioterapia para un tumor benigno (jajaja… ¿dije benigno?) Resultados de dudosa credibilidad de pruebas de laboratorio (que si te subió esto y te bajó lo otro; que si esto es bueno, que si vamos a hacerte otras pruebas para ver cómo están los niveles de ya no recuerdo qué…).

El estrés de que la cita se retrasara una semana; sumado al pánico ante la posibilidad de que se cancelara por la amenaza de una huelga de los empleados… ¡Ja! Y el notable comentario de una empleada que se excusó por no sé qué tontería, diciendo: “es que tengo 'taaantas cosas' en la cabeza”. ¡Qué bella ella! De la que se salvó. Yo le iba a contestar: “pues yo tengo una sola cosa en mi cabeza: un alegado tumor (que realmente no sabemos si existe o no), pero que aporta para su salario”

¡'Taaantas cosas' las de ayer!

Le iba a decir a los dos médicos que de pintarme un escenario de muerte inminente, que lo documentaran porque del seguro por incapacidad de AARP me dijeron que me aflojaban la mitad de la póliza solamente si me quedaban 6 meses de vida. Y, de ser tan terrible el escenario… no es necesario envenenarme con tanto cóctel de pastillas ni ejercicios dolorosos... ¡me rindo mañana! Y mañana, ¡me rendiré mañana!

Mientras espero mi turno, navego por Internet en busca de ejercicios de yoga para personas con impedimentos físicos a causa de paraplejia y confirmo las bendiciones de los Baños de Aguas Termales en Coamo, ¡donde iré mañana, antes de rendirme!

domingo, 2 de octubre de 2011

Juego de nubes y un rayo de sol

Llueve, llovizna, diluvia y escampa. Entonces, el Cielo ríe al revés con un arcoiris. Lo provoca un rayo de sol.

¿No es así la vida misma?

A dos meses de finalizar la temporada de huracanes, disfruto de un domingo soleado y fresco –rara combinación en el trópico caribeño- y recuerdo aquella música de los ’70, cuando “un rayo de sol, oh, oh, oh… me trajo tu amor, oh, oh, oh…”

¿Vintage? Si eso fue los otros días...

Ahora quiero acostarme sobre la hierba disfrutar las nubes-perritos, nubes-conejitos o nubes-delfines... como cuando era pequeña. ¿Quién me lleva?

domingo, 25 de septiembre de 2011

Todo irá bien

“Porque pensar que todo te va mal, te alejará de la felicidad”. Es parte de las líneas de una hermosa canción de la española Chenoa. Estoy segura que lo aplica al amor y a una despedida harto conocida.

Yo –como muchos- manifiesto a galillo suelto esa frase específica para referirme a la Vida misma, especialmente ahora, que encontré nuevas opciones para mi rehabilitación mientras me ajusto al proceso oficial de transición laboral.

Y es que “pensar que todo te va mal, te alejará de la felicidad”, y de las ganas de tener ganas de mejorar.

(Foto del Web... No. No soy yo...)

http://www.youtube.com/watch?v=3LioMuQnUQc&feature=player_embedded

domingo, 4 de septiembre de 2011

Roberta no se lo imaginó

Yo tampoco lo sospeché. Para la década del 1970, cuando era feliz e indocumentada (o soltera), todos cantábamos con Roberta Flack la canción del amor que te mata suavemente. La cantábamos acompañando el sonido de los discos de pasta (LP). Yo también tuve amores que matan suavemente. Vencer ese “obstáculo agridulce” fue difícil.
Pero ni Roberta ni yo sospechamos que 40 años después yo estaría cantando la misma canción para “neutralizar” el dolor feliz que me provocan los terapeutas en mi afán por hacer ejercicios y vencer la espasticidad de la República Independiente Izquierdista. La muy cachorra impide que doble la rodilla y arrastra el pie.
Dicho sea de paso… ahora la canto con la i-Pod de “apuntadora”. Para continuar con las actualizaciones: sigo siendo feliz, aunque documentada. Tratando de vencer mis nuevos obstáculos ya empecé a dar pasos con andador… claro… con la asistencia de algún Ángel (Esposo, Hermana-Ángela-Comadre, Hijo, Terapista), que me impulse para ponerme de pie y que me sostenga los hombros en lo que mi cerebro recuerda cómo se coordinan pasos… aunque recuerde letra y música de aquella vieja canción.
¡Y ya se me pegó esta Canción de Domingo! Killing me Sofly...

lunes, 22 de agosto de 2011

Ah, Ah, Ahhhh... Stayin' Alive, staying aliiiiveeee!!!

Admito que lo hago de vez en cuando. Admito que me gusta y que conmigo lo disfrutan Milton, Nelson, Sonny, Juan, Mario y Charlie. En ocasiones, cuando ya no me quedan energías, excepto las necesarias para reírme de mí misma... segundos antes de rendirme, aprovecho para cantarme “Ah, Ah, Ah... Stayin' Alive, staying aliiiiveeee!!! Eh, eh, eeeeeh!"

Lo hago con voz chillona tipo los Bee Gees y su canción disco compuesta para la banda sonora de la película Saturday Night Fever. La canción se popularizó tras lanzarse como el segundo sencillo el 13 de septiembre de 1977. Alcanzó el Top 5 de todas las listas de éxitos de los países donde fue lanzada, y dio título, en 1983, a una secuela de la mencionada película.

"Stayin' Alive" -una de las canciones más populares de los Bee Gees- puede ser aún escuchada en una variedad de lugares… como en el gimnasio del Centro de Medicina Deportiva donde me retuerzo como pretzel en las manos de Milton o Nelson los martes, jueves… y algunos viernes (cuando el cuerpo aguanta).

Igualmente se puede escuchar los lunes y miércoles en la piscina del Rehab Center del YMCA donde ejecuto rutinas de ejercicios en agua. La revista Rolling Stone la incluyó en su lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos. Pero cuando mejor se escucha es durante las rutinas de estiramiento a la que me someten Sonny, Juan, Mario o Charlie. ¡Parezco un pretzel mojado!

Por eso canto: “Ah, Ah, Ah... Stayin' Alive, staying aliiiiveeee!!! Ay,ay, ayyyyyyyyyyyyyy. Turun tin, turun taaaan… Stayin' Alive, staying aliiiiive… Uh, uh, ah, ah…

domingo, 14 de agosto de 2011

Acuarela de Vida (para el niño que hay en tí)

Los colores que nos regala la vida son un tesoro, y como tal, hay que valorarlo. Es que poco a poco, con las lavadas diarias -irremediablemente- se destiñen. Nadie como Toquinho para decirlo, y nadie como el amoroso padre que creó y colgó el hermoso multimedia de la Canción de Domingo de hoy.

Espero que la disfruten hasta el final, que es feliz… para quienes hayan decidido saborear la acuarela que nos regala el Cielo...


lunes, 8 de agosto de 2011

Próximo: un gigoló


Si no lo digo, reviento: ante el desastre físico y emocional que la Enfermera con Tacas y Lentejuelas le causó a mi amada familia, diseñé mi Plan B. Realmente, lo retomé tras mi desayuno dominical… un par de huevos con sal pasados por agua (“o hervidos”, o como se diga en los distintos países hispanoparlantes).

¿Cómo lo había olvidado si precisamente huevos tendría mi próxima opción? La persona que debe hacerme babysitting de vez en cuando –o sea, cuando a mi familia “se le tranque el bolo” por sus múltiples responsabilidades- tiene que estar capacitada para transferirme de la silla de ruedas al sillón reclinable (cosa de cambiar culo y espalda de superficie). También me tiene que transferir de la silla de ruedas al baño, o a la ducha, según necesario. No tiene que limpiar la casa ni cocinar. Eso lo hacen los lunes Ramona o su hermana Isabel.

Solamente necesito a un ser humano que pueda ayudarme con las transferencias. Nada más. Juro que estoy en proceso de aprenderlo. ¡En septiembre cumplo un año de intentarlo con distintas estrategias, y mi cuerpo aún no me obedece! Hemos logrado domarlo bastante, pero todavía no lo he sometido a la obediencia. No es mi culpa, de veras que no…

“Pero bueeeno” –como dicen mis amigas dominicanas- no soy persona de quedarse en una esquina sin intentar remedios. ¡Y poniéndole sal a los huevos se me prendió el bombillo! “Un enfermero vendría a cambiar el tubito de orinar, y ese no es el caso. No tengo folly, por Bendición Divina. Los enfermeros asean a los encamados que no se pueden bañarse, ni desplazarse al Departamento de Desperdicios Sólidos/Líquidos (según aplique). Ese no es mi caso (aún). Los enfermeros limpian y administran sueros, y en mi caso, no tengo (¡Amén!). Los enfermeros te administran medicamentos, y yo me los tomo solita y en su hora, excepto cuando se me olvidan… ¿Qué dije? Pues si ando escribiendo y leyendo blogs, ¡obviamente se me pueden olvidar los medicamentos!

Los enfermeros… bueno, los enfermeros cuidan a personas enfermas y yo solamente padezco de un problema severo de movilidad que estoy en proceso de superar. De empeorar, me consigo a un/una enfermero o enfermera que pueda ayudarme a hacer -con dignidad y respeto- todas las cosas que en este momento no son necesarias. Lo recibiré –o la recibiré- con el respeto y la admiración que merecen los y las profesionales de la salud que no chancletean en tacas ni visten de lentejuelas en horas de trabajo. Estoy segura porque los y las he visto en acción... y porque mi amada sobrina Melissa va a ser una gran profesional en el campo de la enfermería.

¿Mientras? Un gigoló debe cumplir con las expectativas. No necesita un grado universitario que lo acredite para transferirme de silla. Su especialidad es de noche, por lo tanto, deben ser más económicos de día. Por lo regular son musculosos, lo que me permitirá comer todo el helado de chocolate que me dé la gana sin miedo a engordar.

Mi requerimiento es sencillo: debe venir vestido y sin aceites, no sea que me resbale durante las transferencias, o no me responsabilizo de lo que pueda suceder. En el tiempo que le sobra, podemos bailar salsa. Desde mi silla de ruedas, el espectáculo no tiene precio.

¡Lo que hace un desayuno!

NOTA: Ayer también se me ocurrió un Plan C, pero lo tengo que delinear y buscar alternativas reales, porque ese sí que puede provocar aguaceros copiosos en mis ojitos. Ya lo anticipa el Centro Metereológico de Lágrimas.

Seguiremos informando...


domingo, 7 de agosto de 2011

120… ¡Ahora a perfeccionar!

“Las cosas, o se hacen bien, o no se hacen”. Eso decía mi madre. En la universidad, descubrí que era el motto de la mayor parte de mis profesores. Mi santo esposo -víctima por virtud del matrimonio- lo supo desde temprano, y aun así insistió en que compartiéramos la ruta de la vida. A nuestros hijos les tocó encarar esa realidad: “Las cosas, o se hacen bien, o no se hacen”.
Ahora, que estoy haciendo terapias en agua, le mencioné la frase a uno de los médicos/terapeutas, y tanto él como dos de sus colegas interrumpieron la sesión para decirme sorprendidos: “¿Estudiaste en el Colegio?”. Sin duda, la frase se nos ha quedado tatuada a muchos.
Anoche hice 120 pasos colgando de los brazos de Mi Hijo Favorito de los Mayores. Extenuada, a punto de gritar del dolor y de la frustración, decidí que hoy ya no quiero dar ni un solo paso sin perfeccionarlos.
Él me conoce mejor que los entrenadores y sabe que “las cosas, o se hacen bien, o no se hacen”. Así que esta noche voy a intentar mover los pies como se debe, no sea que en la desesperación se me vire el pie –del que todavía no tengo control- y me fracture el tobillo.
Mientras, voy a hacer pesas de brazos y sentadillas en la silla de ruedas en preparación para la caminadita de esta noche. Por eso, hoy canto “Let’s Get Physical”!

(Foto, de la Gueb... sorry, estoy ejercitándome. No puedo fotografiar mis dumbells)

sábado, 6 de agosto de 2011

60 pasos

El jueves en la noche me hicieron una proposición que me iluminó la Vida: una caminata lentita, suave, para disfrutarse paso a paso. “Mmmm… Delicioso. La noche está fresca, el cielo estrellado, el proponente es guapísimo. Hacía tiempo que lo planificábamos y no se concretaba. Tonight is the night!”, pensé.

Mi maltratado cerebro no bajaba de velocidad al acumular expectativas: “Esto se anticipa glorioso. Hombre fuerte, sonrisa de cielo, mirada amorosa, brazos que me brindan seguridad… oloroso”

-“¡Vamos, mi amor! Cuando tú digas”, le dije, pensando en que la contestación hubiera sido, “cuando termine el capítulo de no se qué serie en la compu”.

-“¡Pues ahora!”, me dijo el tipejo, poniéndomela difícil.

¡Eeepaaa! No me daba tiempo a peinarme, a maquillarme, a cambiarme de ropa, a ponerme zapatos… al menos me había pintado las uñas “Peachy Breeze”, en tono neón. Él tampoco se quiso poner zapatos.

-“¡Ay, que rico, sentiremos juntos el piso frío!”

Me incorporé, me puso ambas manos detrás de los hombros, y me empujó suavemente hacia su pecho. Yo, como siempre, aproveché la oportunidad para recostar el lado izquierdo de mi cabeza sobre su pectoral de gym.

Una vez que anclé en el suelo ambos pies regordetes e hinchados, me dijo lo que ya sé de memoria:

-“No mires al piso, concéntrate. El pie derecho primero. Anda, dobla la rodilla. Dale, que tú puedes”.

“Uno, dos, tres… Yo puedo, yo puedo, cuatro, cinco, seis… yo puedo… siete, ocho, nueve… qué rico se siente el piso frío en el pie izquierdo… diez, once, doce…”

-“¿Dónde me llevas?”, pregunté francamente temerosa.

-“Al pasillo y después al laundry. Tú puedes”.

Seguí contando para romper mi propio record. Mi esposo estaba pendiente desde una esquina de la sala de estar. Listo para cualquier emergencia, se aferraba a la silla de ruedas.

-“Dale, Mama. Lo estás haciendo bien”.

-"¿Tú crees?", le pregunté a Mi Hijo Favorito de los Mayores.

-Sigue.

-“Ayúdame a voltear. Sin balance, tengo mucho miedo a las caídas.”

-“Tranquila. Yo te levanto. Ya. ¿Viste? Seguimos. Dale.”

-“Cuarenttirés, cuarenticuatro… ¡Seguimos! Vamos por la alfombra. Yo sé que es más difícil. ¿Estás cansado mi’jito? Vamos a cruzar el cuarto y llévame hasta el baño. Yo, ya estoy muerta”.

Después de evaluar lo derechitas que se movieron pierna y rodilla derecha, me instruyó nuevos trucos para que la República Independiente Izquierdista se asociara en pacto amistoso con el resto del cuerpo, bajo el comando de un cerebro que había olvidado dar las órdenes a esa rebelde extremidad.

Mi esposo hizo el cambio de batón.

¡Completé 60 pasos!

Arrastrándome de los brazos de dos de los tres hombres más guapos del mundo… doblando el pie derecho peligrosamente en varias ocasiones, y haciendo tijerillas con la pierna y rodilla izquierdista demasiadas veces… ¡Completé 60 pasos!

(Foto, de mi BB)

miércoles, 3 de agosto de 2011

Enfermera con Tacas y Lentejuelas (¡Caput! Epílogo y Dedicatoria)

Cuando mi esposo llegó a casa –unos minutos después de la hora acordada con la Enfermera con Tacas y Lentejuelas- le pagué a la rimbombante "profesional vestida de blanco" la fracción de tiempo como hora completa. ¿No es eso que hacemos en los estacionamientos cuando dejamos el carro unos minutos extra? Pensé que era lo justo.
Eso sí, antes de pagarle (en efectivo para no recordar ese día en mi archivo de gastos), le dije con mi cara de lechuga:
-“La verdad es que yo debería cobrarle a usted por servirle de compañía y darle consejos de vida. Pero como lo pasamos tan bien, tómelo como propina”.
Mi esposo abrió los ojos como pesca’o congela’o. "¡Te ví con el rabo del ojo! ¡No lo puedes negar, mi amorcito!", pensé. Sin embargo, conociéndome como me conoce, tomó mi comentario como “normal” y no dijo ni pío... cosa de no provocarme una alzada de los niveles de cinismo.
En estos días, con el lío climatológico que tenemos, tuve que cancelar todas mis citas médicas. Mi santo y amado esposo (otra vez regresó al santoral), no pudo salir a trabajar, de manera que se quedó haciéndome “babysitting” lunes y martes.
Hoy miércoles, estoy escondida, buscando en la Internet bajo todos los buscadores a ver si consigo "Una Agencia Plan B Para No Contratar A Una Enfermera con Tacas y Lentejuelas”. Afuera diluvia y no voy a repetir el evento de “depresión tropical” con “aguaceros intermitentes” en mis ojos. Yo misma voy a hacer la entrevista de cernimiento. Si no encuentro una enfermera, pues que sea un enfermero sin sandalias con tacas.
A la Enfermera con Tacas y Lentejuelas le sugerimos saque su paraguas de Lancome, lo abra, y se vaya volando al vaivén de las ráfagas de la tormenta tropical Emily. Para algo le deben servir los “regalos” de Lancome cuando compra más de $200.00 en cosméticos para tratar de verse como la Taylor.

***
Ahora bien, mis respetos y admiración a todas las enfermeras que escogieron la profesión por vocación y hacen de la misma un sacerdocio con el debido ajuar y zapatillas. Mi agradecimiento especial a todas las enfermeras que me han salvado la vida tantas veces durante los pasados 13 años, sobre todo a las que le anticiparon a los neurocirujanos la necesidad de transfundirme antes de que la situación llegara a ser una emergencia.
En el 2004, yo estaba "muerta", pero consciente y pude reconocer la voz de esa “norsa” (nurse). Reconocerla me permitió el privilegio de agradecerle con un abrazo que redundó en fuertes aguaceros en los ojos de las dos.

NOTA:
Le dedico todas las entradas de la Enfermera con Tacas y Lentejuelas a mi hermosa y dulce sobrina Melissa, que empieza a estudiar la carrera este mes. Será un ángel disfrazado de enfermera. A ella, y a todas las nuevas camadas de enfermeras de todo el mundo… mis respetos y mis bendiciones. Estoy segura que sabrán cuando usar sus tacas y lentejuelas. Mi Meli sabe. ¡Besitos, Princesa!

domingo, 31 de julio de 2011

Enfermera con Tacas y Lentejuelas (Parte IV)

Hoy toca Canción de Domingo, así que aprovecho para cantar lo que no le dije a la Enfermera con tacas y lentejuelas cuando me cuestionó las razones para transferirme del sillón reclinable a la silla de ruedas y luego al baño… y después el mismo proceso a la inversa.

En ese momento, cuando me dijo que me veía “tan normal”, que no parecía impedida, le quise cantar la canción del Caballo Pelotero. Por saberme en sus manos no le contesté lo que se merecía:

-“Oiga, usted que sabe tanto de salsa por su marido músico, ¿conoce la canción del Caballo Ballo del Gran Combo? Pues si la conoce sabe que el Caballo Pelotero dice que si corriera, estaría en el hipódromo. ¿Verdad? ¡Cuánta sabiduría la de Bobby Capó con el ritmo de El Gran Combo! Si yo caminara, no necesitaría ayuda 24/7, y usted no hubiera venido aquí… a cobrar por quejarse”

NOTA: La narración épica de la Enfermera con Tacas y Lentejuelas concluirá pronto.


viernes, 29 de julio de 2011

Enfermera con tacas y lentejuelas (Parte III)

Cuando por fin abre la puerta y entra “la enfermera”, que mi santo y amante esposo contrató por teléfono, me llegó una bofetada del Eau de Parfum Spray “Far Away” de la línea Avon ("Avon llama", decía aquel anuncio).

Siento decir que por las neuronas que me arrancaron y me dejaron sin piernas, me reacomodaron las de los aromas. Si antes tenía un olfato agudo, capaz de detectar perfumes, ahora puedo distinguir las marcas y el tiempo que llevan en la piel. Contra todos los reglamentos sanitarios, la individua llegó literalmente bañada de perfume. Juro que se lo puso en el carro antes de entrar a casa. ¡Guácala! Yo hubiera querido estar “Far Away” de ella.

“Esto pinta malo”, me dije. ¡Poco sabía yo, que la esperaba "confinada" en un sillón del segundo piso! El ronroneo de su voz, y el taconeo por el piso desnudo de la sala, y luego de las escaleras de madera me confirmaron el retrato que en segundos me había hecho. Recordemos que de eso vivía yo. “Desnudar” a la gente para sacarle información fue mi oficio durante más de 30 años… y eso no me lo sacaron del cerebro… para mi autoprotección y bendición.

Al asomar la cabeza desde el segundo piso y darme cuenta de su peinado de salón, el maquillaje acentuado tipo Elizabeth Taylor en las versiones cinemascope de Cleopatra… me dije a mi misma: “Misma, ¡te llevó el diablo!”

Fracción de segundos más tarde la enfermera empezó a subir las escaleras. Un escalón después ví el atuendo: una camisa decorada con una cantidad respetable de lentejuelas y canutillos… que además demostraba con alevosía el silicón que la natura no le dio. Otro escalón, y modelaba unos jeans apretados. Ya, al nivel del suelo, unas sandalias con tacas que dejaban al descubierto una pedicura de salón color violeta, en combinación con la sombra de ojos de la Taylor.

No es que me molestara ver tanta elegancia… (¡¿”elegancia”?!) cuando yo ya no puedo usar tacas, lentejuelas y no tengo tetas tamaño D. Es que me sorprendió la idea de que ese ser de muchos más de los 50 plus (que trataba de ocultar en forma de caricatura) fuera una “enfermera on duty”. ¿Cómo haría para transferirme de la silla de descanso a la silla de ruedas? ¿Y al baño?

¿A dónde rayos llamó mi santo esposito? ¿A un servicio de putas que ofrecen masajes disfrazadas de enfermeras? Ese fetiche conmigo… ¡ni aunque hubiera sido un enfermero macho! Me despedí de mi esposo (ya tachado del santoral). Él salió disparado como alma que lleva el diablo, para no verme encarar mi realidad. A él le tocaría encarar la suya cuando regresara a casa… porque la que nos mandaron no se parecía a Florence Nightingale.

Sin parecer periodista, y en una conversación más o menos amena –para ella, que no dejó de hablar- trascendió que su esposo era un músico retirado de una orquesta de renombre; que ella se quería jubilar porque estaba harta de su trabajo y para estar con él, en fiestas “low budget”.

Me contó la vida y milagros de sus hijos, las nueras y hasta de los vecinos. Y ahí entendí que necesitaba un descanso de tanto cotorreo.

-“¿Me puedes llevar al baño?”, le pregunté sin sospechar la tragedia que desataría.

-“¿Al baño? ¿Y tú no puedes ir sola? ¡Tan normal que te ves! ¡Ay, si es que no pareces impedida?”

-“Es que no soy ‘impedida’. Soy una persona con un impedimento físico severo de movilidad. Tengo espasticidad en las piernas, no me puedo parar, no tengo balance y tengo que ir al baño ahora”, dije queriéndole decir algo más fuertecito. Me controlé porque dependía de ella.

-“¿Y te tengo que cargar?”

-“No. Sólo transferirme a la silla de ruedas. Yo misma la puedo mover. No me tienes que empujar. Cuando llegue al baño, me transfieres de la silla de ruedas al inodoro. Yo orino y me limpio solita. No te tienes que ocupar por eso. Después hacemos el proceso al revés. Me transfieres a la silla de ruedas, me acomodas los pies en las plataformas de la silla, yo me empujo, y cuando llegue al family, me quedo un ratito en la silla de ruedas, y después, me transfieres al sillón reclinable. ¡Es que mi espalda y mis nalgas se cansan de la misma superficie!”

-“¿Así es la cosa? No me habían dicho”, me dijo con cara de “yo no fui”. En ese momento quise matar a mi esposo.

No tuve tiempo de reaccionar porque quedé atolondrada entre el aroma a perfume Avon y el maquillaje sellado con polvos sueltos de Maja de Myrurcia. Los almohadones de silicona saltaban por encima de las lentejuelas y los canutillos… creí sellada mi desgracia pensando que saltaran y me dejaran ciega. ¡Ilusa!

Faltaba ver cómo se tambaleada conmigo con aquellas sandalias. ¿Y si nos caíamos las dos como guanábanas maduras? Obviamente no pasó nada de eso. Pero no tomé líquido por el resto de tarde para que sólo me llevara al baño una vez más.

NOTA: La historia podría terminar en la próxima entrega. Es que mucho de lo que sigue ha resultado en post traumas que tienen frágil mi corazoncito y no estoy segura que sobreviva la narración. Por cierto: juro que todo es cierto.

jueves, 28 de julio de 2011

Enfermera con tacas y lentejuelas (Parte II)

Como decía… en mi deseo desesperado de no molestar a mi gente “hasta que la muerte nos separe” (esa es otra historia…) le pedí a mi esposo que para que él pudiera trabajar esa tarde, llamara a un servicio de enfermeras que nos enviara a una persona que “me atendiera”.

Si dije “enfermera” fue porque mi cerebro -falto de millones de neuronas que se han ido en 3 craneotomías y una radiocirugía- se había equivocado de palabra. Debí haber dicho “dama de compañía”, o “acompañante”. Pero noooo… dije “enfermera”. ¡Error, error! Igual pude haber dicho “delfín”… sin que quisiera decir que era un ser marino para que me acompañara hasta “el fin” de mis días… Traté de explicarle que “aquello” no era. Pero –de nuevo- los hombres son tercos. Y, con pinta de “me gané la loto”, me dijo triunfante:

-“Conseguí la enfermera”.

-“¿Le dijiste que me tiene que cargar como saco de papas porque estoy gorda como lechona en turno para la cena de Navidad?”, le dije con la esperanza de que me contestara un “No, mi amor… si tú parecieras una lechoncita, yo sería tu lechoncito porque yo estoy más gordito que tú, que te ves sabrosona”. Pero, ¡noooo! En vez de un cubo de agua helada, me tiró los mares cercanos a los dos polos, con todo y icebergs.

-“No te preocupes, que les dije que tenía que ser alguien fuerte”, me dijo con mirada de “comprensión”, o ¿habrá sido “compasión”?

¡Además de gorda, me sentí maltratada, humillada, vejada, fastidiada, inútil, dependiente 24/7, y próximamente abandonada en las garras de quien sabe qué clase de ser humano… vestido de enfermera!

Tuve que controlar la catarata de lágrimas que se asomaba para no parecer Bruja de Disney (las malas de Disney siempre tienen pelo negro y grandes ojazos verdes, que se ponen ROJOS cuando las alteran).

-“Bueno, confío en ti”, le dije con las muelas de atrás.

Media hora después, llamó mi “babysitter”, que estaba perdida en el vecindario donde supuestamente trabajaba con regularidad.

¡Rayos! Mi víctima por obra y gracia del matrimonio le explicó súper bien… los semáforos, las izquierdas, las derechas… ¿Será ADD mi cuidadora?

NOTA: ¡La saga continúa en la próxima entrega!

miércoles, 27 de julio de 2011

Enfermera con tacas y lentejuelas (Parte I)

¿Ya hice la historia? Esto sucedió mientras el candado mantuvo cerrada temporeramente esta casita:

Establecido el hecho de que necesito compañía 24/7, me apena infinitamente que mi familia deje de hacer sus cosas para estar conmigo. Las noches, le tocan a mi esposo (obvio, hasta que me consiga un gigolo). Paso los días con mi comadre/hermana postiza del alma. Ella, mi Ángela, ha cuidado de mí en los peores momentos. Por ejemplo, en el 1998 me acompañó durante 11 días en la Unidad de cuidado Intensivo de Neurocirugía (obviamente, con permisos especiales de la agencia gubernamental que administra la institución pública). En aquella ocasión, Mi Angela estuvo sin dormir por 11 días corridos. Y luego se turnó varias semanas en una clínica de rehab en Coral Gables, Florida. Fueron 6 semanas entre mi esposo ella, y mi otra comadre/ Gran Amiga de la Infancia (DTG) . Durante la segunda craneotomía se tiró otra retahíla de días… luego con la radiocirugía y con la tercera craneotomía. Pero esa es ooootra aventura.

Ahora, y salir al mundo exterior, me lleva a su oficina… Durante los fines de semana, mi esposo y Mi Hijo Favorito de los Mayores cubren una cuota de “babysitting” (odian que yo use el concepto). Eso, cuando no tengo terapias, porque ella me lleva a todas.

Mi esposo –que todavía trabaja con una compañía farmacéutica- se sortea varios fines de semanas al mes para visitar a sus dos madres –mis dos suegras- que son el realidad su madre de noventimil años, y su hermana, mayor que mi marido por 20. O sea, dos ancianas.

De día, no doy problemas. Solo necesito que me transfieran entre el baño, la silla de ruedas, y una silla de descanso. En la noche, no me puedo voltear en la cama… ni ir al baño a orinar. Eso le toca a mi victima por obra y gracia del matrimonio.

En el baño, todo “me sale todo bien”, incluso del Departamento de Desperdicios Sólidos de Mi Hermoso y Esbelto Cuerpo. Si me llevan a la ducha, me aseo sin ayuda. Necesito que me vistan. Me alimento sola. Muevo mi silla de ruedas… doblo ropa, la acomodo… (mas o menos) y leo y escribo.

Pero hubo un día que todos estaban estresados con sus cosas. No le dije nada a Mi Hijo Favorito de los Mayores porque se estrena en un trabajo. Tampoco le quise provocar un infarto a mi Ángela. De manera que le rogué a mi esposo que llamara a un servicio de emergencias de enfermeras/acompañantes.

Viéndose contra la pared, buscó en la guía telefónica. Llamó a varios mientras yo llovía de la pena escondida en una habitación. “Así se deben sentir los viejitos cuando los llevan a los asilos. Pero ni modo, quiero que mi gente lleve una vida menos agitada".

Tras múltiples llamadas, encontró un servicio que podía enviarnos una enfermera “de turno para emergencias”. Traté de explicarle a mi esposo que eso no era lo que necesitábamos… pero los hombres son tercos…

NOTA: ¡La aventura continúa en la próxima entrega!

(Foto, del Web. Naaaa… no tenía cámara ese día… )

domingo, 24 de julio de 2011

¡Amanecer!

Tiene razón la Susana: la vida da giros extraños que nos hacen perder el Norte y la razón. Giros que hunden sus garras en el corazón, y nos enredan y nos confunden…

¡Pero siempre se pueden sanar las heridas al amanecer!

Amanhecer

A vida tem destas voltas estranhas
que te confundem nas suas manhas
faz-te tantas vezes perder o norte e a razão
e crava as garras no teu coração

não pede desculpa não pára pra ver
confunde os teus sonhos até te perder
faz-te tantas vezes sentir o dono do mundo
e de repente deixa-te só

a vida tem destas voltas estranhas
onde te prendes e te emaranhas
faz-te tantas vezes rodar como um pião
e crava as garras no teu coração

mas depois para te consolar
dá-te o céu
e as estrelas o calor e o mar
faz-te sonhar
e faz-te morrer
mas deixa-te sempre mais uma vez
sarar as feridas e amanhecer

a vida tem destas voltas estranhas
que te confundem nas suas manhas
faz-te tantas vezes perder o norte e a razão
e crava as garras no teu coração

não pede desculpa não pára pra ver
confunde os teus sonhos até te perder
faz-te tantas vezes sentir o dono do mundo
e de repente deixa-te só

mas depois pra te consolar
dá-te o céu
e as estrelas o calor e o mar
faz-te sonhar
e faz-te morrer
mas deixa-te sempre mais uma vez
sarar as feridas e amanhecer

lamber lágrimas, sarar as feridas
e amanhecer...

NOTA: Conocí a Susana Felix a través de nuestra amiga Mariana C. ; quien llegó a nuestros corazones por la ruta del amor. Le pedí sugerencias de cantantes de su tierra, y el Amanhecer de Susana fue uno. Gracias Mariana.

sábado, 23 de julio de 2011

He aprendido… y sigo aprendiendo*

He aprendido… Que cuando sólo una persona me dice, “Tú me alegraste el día”, me alegra el día.

He aprendido… Que cuando te amarras a tu amargura, la felicidad amarrará en otro muelle.

He aprendido… Que cuando estás enamorado, se nota.

He aprendido… Que ser bondadoso es más importante que tener la razón

He aprendido… Que nunca debemos rechazar el regalo de un niño.

Tomado de: http://www.renuevodeplenitud.com/he-aprendido.html

domingo, 17 de julio de 2011

En el "plateau", o en el "jodeu"

Leo, investigo, escucho a médicos; me comunico con investigadores que realizan los más alocados experimentos en todas partes del mundo… excepto en Groenlandia. Me carteo con colegas entumorados en Vietnam, Australia y Nueva Zelanda; en Europa, América Latina y Estados Unidos. ¡Una rusa me habla, gracias al Google Traductor!

Hasta el día de hoy he usado todo tipo de medicina: convencional, alternativa, complementaria, espiritual, china, tradicional de abuelitas; de indígenas, chamanes… Y he recibido todo tipo de terapias… excepto sexual (para estos fines).

He visto muchos adelantos:

Ya no grito del dolor cuando me visten. No grito del dolor ni del miedo por las noches. No convulso. Me puedo sentar derecha –sin chorrearme- en el servicio sanitario, en la silla de ruedas, en mi scooter, en mi silla reclinable. Me puedo sentarcon cierta dignidad en sillas de los lugares públicos, cosa de cambiar las nalgas de superficie…

Puedo comer solita haciendo buen uso de los utensilios… y no como una cavernícola. Puedo asearme y bañarme –esto último, con supervisión. Me quito los zapatos y las medias. Importante: me arreglo y me pinto las uñas de manos y pies. Más importante aún: me maquillo y combino la ropa con gusto.

¡Escribo! ¡Leo! ¡Entiendo! ¡Critico y debato!

¿Que qué hago? Bebo cocteles de anticonvulsantes con quimoterapias orales “mild”, y vitaminas; tomo teses, engullo todo lo que añadan a mi dieta; mi sub lingua conoce toda la gama de homeopáticos y brebajes especialmente diseñados para mí.

Dos o tres veces en semana hago tres horas de gym para que el sistema operativo de mi cuerpo esté listo para funcionar cuando le venga en gana al cerebro. Dos veces a la semana hago 50 minutos de terapia en agua para recuperar el balance cuando mis neuronas decidan recordarlo.

Aprendí auto reiki, hago auto hipnosis; oro, medito.

En estos momentos pudiera estar en la etapa del "plateau", y ya, en vez de avanzar subiendo a la meta, quedarme igual, o irme “cuesta abajo”, como el tango. De ser así, estaría en el "jodeu"… en cuyo caso seguiría todo a pulmón con Soledad (“hasta que el cuerpo aguante y los deditos y el cerebro me lo permitan”, como ya le dije a una amiga bloguera.

¿Mientras? Una Canción de Domingo con la Brava.

(Foto, Isla de Mona, parte del Archipiélago de Puerto Rico)

lunes, 11 de julio de 2011

Abro candado y retorno a la lucha

Hace varias semanas me rendí al luto. A la tristeza. Al desanimo. Al llanto. A la frustración. Sólo le expliqué a los íntimos que se dieron cuenta y me contactaron por el correo electrónico, por Skype, o me textearon. Irónicamente, había puesto un lock que ni a mí me permitía ver las entradas de esperanza (las mayoría); así como las entradas de desesperanza (las menos).

Era la segunda vez que lo hacía en dos años…y la primera que daba explicación a unos pocos. Mis hijos me volvieron a recriminar. Los que me conocen y que me acompañan en mi lucha por la supervivencia desde el 1998, también me provocaron. A mis amigos les dije por gmail algo así: Cerratum est” es el equivalente a decir que cerré el blog. Mi latín es "inventa’ o"... sólo tomé 2 semestres de uni hace tres décadas y media… y escuchaba las ultimas misas en latín y con mantilla.

“Hace poco mencioné que mi sicóloga me dijo que cerrara el blog cuando me doliera. Ayer me amanecí lloviendo lagrimas, y pensé que ya era demasiado. X (la bloguera) murió (por eso el velón de distintos tonos violeta en mi blog). Su hija me pidió que no lo hiciera público. Nos escribió a un grupo de los que estábamos entre sus favoritos en el correo electrónico personal. Más bien a los que nos habíamos carteado sinceridades sobre nuestras respectivas condiciones, y según ella, le habíamos hecho bien.

“La mamá de Claudia murió. La mamá de la israelita y David (el cantante que aparece en varias entradas), murió. Sarah sanó totalmente y a otras dos le recurre su tumor.

“Decidí cerrarlo y secarme el diluvio en los ojos. Sigo en comunicación, y seguiré en comunicación con las dos chicas. La que vive en EU es la peor. Los demás entumorados -incluidos unos vietnamitas- nos seguiremos la pista por la red social que también menciono en el blog. Ayer acá teníamos una depresión tropical. Entonces, decidí que para SUPERAR UNA INMINENTE DEPRESIÓN TROPICAL INTERNA, ya había llegado el momento.

“Eso le dije a mi hijo cuando me preguntó sobre mis ojos. Abogado, hijo de periodista, y conocedor de mis luchas para estar con ellos, me rogó que no lo eliminara, que no le pusiera en candado... que si quería, que no comentara ni escribiera, pero que él y su hermano querían leerlo y leer los comentarios de otras personas.

“Hoy, el abogado despertó temprano y me vino a apapachar... y a asegurarse que estoy bien pq con la lluvia, el dolor de cabeza se agudiza y siento cuchillas en las áreas de las 3 craneotomías.

“En la tarde de ayer fui a mi cita con la sicóloga y le dije que había cerrado el blog pq entendía que ya me dolía. Me dijo lo mismo que mi hijo... y MAS! Me dijo que estaban usando el blog en unos talleres que abrió y que una Fundación de Sobrevivientes de... blah, blah, blah...

“Estaban usando el blog! Así que le quite el lock, para que lo vean los que accedan... especialmente los de la Fundación y por supuesto... mis hijos... que ya se los enseñan a las novias y a sus amigos… y a los padres de sus amigos.

“Te agradezco que hayas estado ahí. Si quieres sumar comentarios a entradas viejas, lo puedes hacer. Yo voy a contestar todos, excepto los comentarios de la última (entrada/foto). Si los recibo, los posteo... los digiero, me los grabo con tu amor.

“Besos con Canción de Domingo desde las otras 2 casitas. Todavía no he decidido cuales serán esas canciones... hoy.”

##

A la bloguera que me provocó la semana pasada, le dije: “Gracias, Amada Amiga... de vez en cuando son necesarios estos baldes de agua helada en la cabeza... éste es el segundo signo que recibo hoy para abrir el candado del dolor, en la puerta de la esperanza. No sé si esperar al tercer signo, que pudiera ser la nueva terapia de agua que inicio (la semana pasada). Gracias de nuevo por ser una luz con alas de ángel y aroma a postre recién horneado”.

Ella me contestó: Cassio querida!!,tal vez sea el momento de abrir los candados, perder las llaves,y que sea lo que deba ser...... Estamos rodeados de señales, las cuales siempre nos "despiertan" de algún sueño dificultoso; sería bueno creo yo que les hagas caso entonces. Las gracias debo dártelas yo a vos!!!!! Gracias por haber pasado, y seguro esta nueva terapia te hará muy bien!!!!!!!!!!!,entonces!!! A nadar se ha dicho!!!!!
Abrazos bien apretaditos!”

##

El último signo fue el vil asesinato de Facundo Cabral. Apagarme el ánimo con un candado hubiera significado un suicidio para el trovador de la paz y amante de la vida; siempre llave de esperanzas. Por eso hoy, con valentía, en vez de Canción de Domingo en Lunes… “Levántate y Anda”.


1

. ..

domingo, 22 de mayo de 2011

Abracitos sanadores (LA alternativa)

Apenas lo han visto 20,748 inter/nautas en uno de los espacios de YouTube. Ya se considera “viejo” para muchos. Pero, con o sin premios en festivales de cortometrajes; para aquellos que gustan del rock alternativo y siempre deciden por la alternativa del amor; para los que nacieron bajo el signo de la Rata… y para los que no… abracitos sanadores domingueros.

(Ilustración, del Web)

Year of the Rat (Badly Drawn Boy)

(One, one, one, one, one, one. One,
one, one, one, one, one)

The year of the Rat
June is on the run for so long
Pushed and pulled then shunned
It was so wrong
These fours walls crashing in won't stop me now
Cause I'm alive, I'm out tonight, all night

Everybody needs to know it's the year of the rat
Every day we've got to hold on
'cause if we hold on we could find some new energy

Streets with flags unfurled like treasure
Thank me for my words, it's a pleasure
Just don't ask me to stay 'cause I'll be gone
But it's alright I'm OK - always

Everybody needs to know it's the year of the rat
Every day we've got to hold on
'cause if we hold on we could find some new energy

One plus one is one - together
One plus one is one - forever
One plus one is one - together
One plus one is one - forever

Everybody needs to know it's the year of the rat
Everybody needs to know it's the year of the rat
Everybody needs to know it's the year of the rat
Everybody needs to know it's the year of the rat
Every day we've got to hold on
'cause if we hold on we could find some new energy

"One plus one plus one plus one is four"

"One"
"Plus one"
"Plus one"
"Plus one"
"Four"

domingo, 15 de mayo de 2011

"¡Voy pa’llá! (...pa’ donde me lleva el corazón)"

Le dicen “música alternativa”, del gusto de los muchachos jóvenes. Opino que “Para mí” es LA alternativa para jóvenes y no tan jóvenes. Se trata de un GPS a la alegría. Magno, gratuito, simple y sabio. Una elegía moderna a la vida que cala hondo a los que pasan por locos cuando lloran de felicidad genuina… aunque esté socavada por tristezas.

“Para mí, siempre sale el sol”… “aunque se nuble el sol”. ¿Qué suena absurdo? Sie7e lo sabe. Por eso dice que estar loco ES mejor.

“ ¡Voy pa’llá! Pa’ donde me lleva el corazón…” ¡Excelente GPS en forma de Canción de Domingo!

(Foto, del Gueb... todavía no le he podido tomar una foto a este muchacho de sonrisa espectacular y mirada de alma)


sábado, 14 de mayo de 2011

Estatus actual l (lo que hago, y lo que no)

Baryta muriática 6 CH; Plumbun metálico 6 CH; Natrum; Bryonia Alba 200 ck; Lathyrus Sativus 6X; Plumbum Met. 6C; Aconitum NAP 10M; Rhus toxicodendron 30 C; Arnica Montana 1m; Causticum 6C; y, Gelsemium 200C han sido algunos de los homeopáticos que religiosamente disuelvo sublingual (sl) durante los últimos meses. Cuatro pellets sl a distintos horarios diarios en distintos grupos, según van cambiando los síntomas y la clínica. Me monitorea mi homeópata favorita desde México.

Impaciencia, Heliantemo, Nogal, Olivo y Aulaga son las Flores de Bach que tomo en forma de extractos que alivian mis espantos emocionales: cuatro gotas, cuatro veces al día mezclados un dos deditos de agua. La receta, cuidadosamente diseñada por mi maravillosa sicóloga, forma parte de sesiones de hipnoterapia, visualización, meditación y reiki.

También tomo “sl” otros tres brebajes cuya fórmula desconozco. Son creaciones de uno de mis médicos/brujos, en éste caso, especialista en medicina sintergetica. Trabajo con los nudos de mis Constelaciones Familiares. Sigo con las divinas sesiones de masaje para drenaje linfático y craneosacral con la ayuda de Mi Médico Interno bajo la supervisión y el amor de un matrimonio de profesionales insuperables. Ayer tuve Raindrops.

De anticonvulsantes, Levetiracetam 1,000 mg, dos veces al día; Lamotrigine 150mg, dos veces al dia. Para aliviar la espasticidad, Baclofen de 20mg, tres veces al dia; y Meloxican de 15mg en la noche, antes de ir a la cama.

B12 y Multivitaminas de Walgreens completan el cuadro al que se le acaba de sumar Hydrea (500 mgr dos veces al día); “una especie de quimioterapia mild” –según mi nuevo oncólogo.

Por mis pantaletas rehusé las dolorosas inyecciones de Phenol y luego de Botox en múltiples puntos de las piernas. Eran lo más cercano a tortura arcaica de siglo XX: detectaban la trayectoria de los músculos “a restaurar” con unas pistoletas eléctricas. Cuando la pierna saltaba, o yo me quejaba, sabían que estaban cerca del punto. Si gritaba -¡bingo!- lo habían encontrado. Entonces, celebraban enterrándome agujas con formulas medicinales que ardían a todo lo largo y ancho de su recorrido por donde debía estar mi vaga musculatura. Mi familia admitió que “el efecto no había sido el esperado”, y trataron de convencerme de que “en algo había ayudado”. Como ni ellos ni los doctores se metían las agujas, le di punto final al asunto. Al fin de cuentas, es mi cuerpo y todavía tengo la capacidad de decidir.

Opté por otra alternativa. "One shot" para aliviar el dolor de la neuropatía: un bloqueo epidural. Había leído que el cannabis era bueno, pero no pude convencer a mi médico de recetarme marihuana.

Por mis ovarios dejé de tomar el tercer anticonvulsante: Vimpat. Me causaba doble visión (a veces triple visión), me mareaba, me adormecía, y trastocaba mis ejecutorias en las pocas actividades que intentaba hacer para mantenerme activa intelectualmente. Según mi neuróloga master, un tercer anticonvulsante es reflejo de la ineficiencia del médico que lo recetó, pero eliminarlo de la forma que yo quería, no era negociable.

Aunque lo hubiera recetado una neuróloga que tuve que visitar por la frecuencia e intensidad en convulsiones, la master insistió en que el retiro de Vimpat tenía que ser “estudiado”. Nadie mejor que yo para analizarlo, estudiarlo y decidir riesgos. “Poco a poco”… “gradualmente”, y en una semana ya no había Vimpat en mis pastilleros.

En estos momentos me he tomado un receso del protocolo de acupuntura y craneopuntura; moxibustion y auriculoterapia. Continúo metiéndome al cuerpo entre 2 y 3 horas diarias de ejercicios/terapia física en una Clínica de Medicina Deportiva. Nadie entiende de donde sale la energía. Doy fe que no tiene que ver con bebidas energizantes ni pócimas mágicas del druida que fortalecía en cuestión de instantes a Asterix… pero si aparece… ¡lo intentaría!

(Ilustración del Web)

Related Posts with Thumbnails

Translate to your Language!

Sobre las fotos e ilustraciones aquí presentes...*

* Si alguien se ofende con la publicación de alguna foto tomada prestada de la Gueb, que lo diga y la borro inmediatamente. Si le ofende mucho, mucho le pido excusas públicamente por el malrato.
Si alguien toma alguna de las mías, que no sea tontito y lo diga, que difícil que es esta pendejada de tomar fotos sin poder mover el culo de una silla.

Envío y comparto

Bookmark and Share

Licencia CC

Creative Commons License
ConViviendo con Intruso by Cassiopeia is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Puerto Rico License.
Based on a work at conviviendoconintruso.blogspot.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://creativecommons.org/.