Cuando mi esposo llegó a casa –unos minutos después de la hora acordada con la Enfermera con Tacas y Lentejuelas- le pagué a la rimbombante "profesional vestida de blanco" la fracción de tiempo como hora completa. ¿No es eso que hacemos en los estacionamientos cuando dejamos el carro unos minutos extra? Pensé que era lo justo.
Eso sí, antes de pagarle (en efectivo para no recordar ese día en mi archivo de gastos), le dije con mi cara de lechuga:
-“La verdad es que yo debería cobrarle a usted por servirle de compañía y darle consejos de vida. Pero como lo pasamos tan bien, tómelo como propina”.
Mi esposo abrió los ojos como pesca’o congela’o. "¡Te ví con el rabo del ojo! ¡No lo puedes negar, mi amorcito!", pensé. Sin embargo, conociéndome como me conoce, tomó mi comentario como “normal” y no dijo ni pío... cosa de no provocarme una alzada de los niveles de cinismo.
En estos días, con el lío climatológico que tenemos, tuve que cancelar todas mis citas médicas. Mi santo y amado esposo (otra vez regresó al santoral), no pudo salir a trabajar, de manera que se quedó haciéndome “babysitting” lunes y martes.
Hoy miércoles, estoy escondida, buscando en la Internet bajo todos los buscadores a ver si consigo "Una Agencia Plan B Para No Contratar A Una Enfermera con Tacas y Lentejuelas”. Afuera diluvia y no voy a repetir el evento de “depresión tropical” con “aguaceros intermitentes” en mis ojos. Yo misma voy a hacer la entrevista de cernimiento. Si no encuentro una enfermera, pues que sea un enfermero sin sandalias con tacas.
A la Enfermera con Tacas y Lentejuelas le sugerimos saque su paraguas de Lancome, lo abra, y se vaya volando al vaivén de las ráfagas de la tormenta tropical Emily. Para algo le deben servir los “regalos” de Lancome cuando compra más de $200.00 en cosméticos para tratar de verse como la Taylor.
***
Ahora bien, mis respetos y admiración a todas las enfermeras que escogieron la profesión por vocación y hacen de la misma un sacerdocio con el debido ajuar y zapatillas. Mi agradecimiento especial a todas las enfermeras que me han salvado la vida tantas veces durante los pasados 13 años, sobre todo a las que le anticiparon a los neurocirujanos la necesidad de transfundirme antes de que la situación llegara a ser una emergencia.
En el 2004, yo estaba "muerta", pero consciente y pude reconocer la voz de esa “norsa” (nurse). Reconocerla me permitió el privilegio de agradecerle con un abrazo que redundó en fuertes aguaceros en los ojos de las dos.
NOTA:
Le dedico todas las entradas de la Enfermera con Tacas y Lentejuelas a mi hermosa y dulce sobrina Melissa, que empieza a estudiar la carrera este mes. Será un ángel disfrazado de enfermera. A ella, y a todas las nuevas camadas de enfermeras de todo el mundo… mis respetos y mis bendiciones. Estoy segura que sabrán cuando usar sus tacas y lentejuelas. Mi Meli sabe. ¡Besitos, Princesa!
13 comentarios:
¡Qué suerte tiene Melissa con una tia tan especial!
Me han encantado tus capítulos de de tacas y lentejuelas, que lo sepasss;)
MUACKKKK!
¿Te comenté que una de mis hermanas es enfermera? Hay que tener verdadera vocación para serlo, creo yo nunca hubiera podido, me habría desmayado a la primera.
Bien por Melissa será un ángel de la guarda para ti Amigocha, que suerte tienes.
Besos con raspones.
Bienque!!!!
Has dejado para el final espetarme lo de tu hermana?
Yo también deje para el final lo mejor.
Y es que para que haya buenos médicos, tiene que haber excelentes enfermeras.
A Meli... mis bendiciones, las tuyas y las de sus futuros pacientes.
Besos!
Te dejo un abrazo,TQM
Pues lo importante es que sea enfermeras por vocación, muchas no son por vocación y no cumplen con su papel al cien por ciento. Espero que tu sobrina sea enfermera por vocación y te sirva de consuelo.
Felicitaciones por esta entrada mi querida Cassio.
Besitos.
Toda la razón, comienza las entrevistas ya mismo, las hay muy buenas, porque vivir la película una vez vale, pero dos ya no...
Coincido contigo algunas enfermeras son un cielo, te tratan con un cariño y un respeto enorme, pero otras son unas brujas, recuerdo que a veces los cambios de goteros se hacían interminables (porque le tocaba a la del siguiente turno).
Otra película de terror, los cambios de turno
Besitos
Cassio querida,hermosa tu despedida!,mientras te leía recordé algún incidente que tuve por parte de una enfermera hace muchos años ya.........unos 30 años diría yo......las hay excelentes y las hay mediocres,es como la humanidad misma.....
Es una vocación y puro servicio!!!!!
Besos Cassio,sigo con lo mío,perdón por no haber pasado ayer.
Abrazos bien apretaditos.
Ambar...
Fiaris amada!
Abrazos gordos. Te parece?
Gracias Aida. Te prometo que Meli selecciono la carrera con el corazón.
Besos
Mira delia: el asunto es todavía mas complejo. Las mejores enfermer@s no están en las instituciones costosas.
Me enviaron a EU "al mejor hospital para casos como el mio..."
y las enfermeras no me encontraban las venas para la tintura de un miserable MRI!!!
Cuando volví a mi país, mis brazos estaban llenos de moretones.
Sin embargo, en un laboratorio sencillo acá me encuentran la vena rapidito y con amor latino.
Que tal?
Besos
Ambar!!!!
Nada de perdones. Al contrario, gracias por pasar por acá, y por ese amor que emana de tí.
Abrazotes
Sol! La bendición es mía... de tener una chica como ella. Ya SABE DE TU COMENTARIO... y esta FELIZ!
Gracias!
Besotes
Mi querida Cassio, cuanto extrañaba venir a leerte! Pero tengo a mi retoño de visita en casa y el tiempo se me hace chiquito, más hoy que pude hacerme un espacio vengo a ponerme el día. Acabo de leer la saga completa de enfermera con tacas y lentejuelas y juro que me he reido pero con ganas!
Sigo con los siguientes posts!
Besotes,
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