Cinco días después, no me avergüenza decir que el lunes amanecí dudando de la efectividad de todo el combo de dolorosas terapias que estoy tomando. Antes de que saliera el sol, claudiqué. “Ni una terapia más”.
[¿En algún momento dije que todos tenemos derecho a molestarnos, a frustrarnos, a caernos, a llorar? Espero haber dicho también que no permito la lástima.]
En ese breve devaneo por las calles de la amargura, abrí el listado de los 25 blogs actualizados (en la página principal de mis dos casitas) y entré a uno que se presentaba con un pie izquierdo dando un paso. “¡Ah! Eso es lo que yo quiero, laMari”. También entré a uno con un multimedia comiquísimo. “Gracias Malquerida, esto pone a bailar hasta en silla de ruedas”. Ambas me prendieron el ánimo
Como la mente es más rápida que la tristeza, recordé que mi hijo favorito (de los menores) me había preguntado durante el fin se semana si había visto el multimedia que me había enviado hacía par de días al “wall” de facebook. “No, no lo he visto todavía mi amor. Sabes que no entro mucho... pero lo voy a ver”, le dije.
[Tengo que aclarar que el “enano” -que ya tiene más de 20 años- me acusa de “post hippie”, y cuando me pongo brava, me tira besos “sonados” pegando los labios a la boquilla de su trompeta]
Pues entré al libro-cara. El enano me había enviado un multimedia de 1969 con la peor calidad de imagen y sonido de “Sunny” con Herb Alpert & the Tijuana Brass. Primitivo. Casi cavernícola para su gusto. Pero “soleado y alegre, con mar y risas” como le gusta verme cuando empuña la trompeta.
Y, ¿adivinen qué pasó? Me succioné un sándwich con pan pita pocketless mientras completaba una tarea y salí a las terapias del día tratando de dar pasos como LaMari, al ritmo pegajoso de La Bienquerida y tarareando el “Sunny... I love youuuuu!” mientras sentía -¡lo juro!- los escandalosos besos de trompeta del Manolete... por los que nunca voy a claudicar.
“Sunny, yesterday my life was filled with rain / Sunny, you smiled at me and really eased the pain
Oh, the dark days are done /The bright days are here /My sunny one shines so sincere Sunny one so true I love you…”
(Foto x Cass; Amanecer en Wellesley, donde está Manolete)
11 comentarios:
Amén.
A veceds no tenemos idea de los efectos que pueden tener unos comentarios, unas palabras, unas notas de periodico, un poema; ni un insulto... o un grito...
Buen viernes!!
Te dejo un cordial saludo desde Berlín. Hacía tiempo que no escuchaba a Herb Albert. Tijuana! Alegre melodía para levantar los ánimos.
Me encantó el final Cassi, q te fueras a tu terapia, q entraras en esos benditos blogs, y la complicidad con el bebé de más de 20 años. ¡claro q a veces decaemos y quien diga lo contrario...miente!, pero lo bueno es levantarnos, y con nosotras no pueden los intrusos, yo les doy de la receta q tengo hoy en mi cuaderno. Un besote enorme querida, siempre es un gusto leerte. Uru
Super Cassio!! tmb tu blog es estimulante para muchos ¿sabías? Bueno, ahora ya lo sabes... un saludito desde aca y sigue disfrutando de esos besos de trompeta!!
Un abrazote!!
MARI!!!!
Qué alegrón verte por acá. A mí tambié me ha entrado un afán por escuchar música de la época. Esta noche... y mareo a mi esposo con rock... Chicago, Blood, Sweat & Tears... etc...
Besos
Uru... gracias Mujer.
Ya vi la receta...
Cuetz, eres muy buenita conmigo. Mira lo que voy a hacer. Cuando Mnolete regrese de vacas, le voy a grabar una buena dosis de besos de trompetas... para compartir.
Besos (menos sonoros)
Mi niña me has emocionado!!! Me alegró de que sigas adelante ¡ni se te ocurra parar!
Un abrazo enorme
_Jajaja aveces asi pasa andamos con las pilas bajas y entramos a leer y Zas!! nos cambia el semblante que bueno que hayas ido contenta a tus terapias! Saludos!
Así es, Ely:el poder de la palabra; el poder de la música... el poder de la mente.
Besos
laMar!
Ese día me prestaste las sandalias!
Todo bien?
Muchos besos
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