¿Tendría gusto la vida si no aspiramos a nada? La verdad es que no tengo idea. No he conocido a nadie que lo diga. Debe ser que no conozco a nadie que no se quiera... o que todos hemos leído “La lámpara de Aladino”.
Emma -una nueva amiga argentina blogera – tiene muchos “quieros”. Aunque no conversábamos sobre el tema ni en Skype, facebook, ni chateábamos por messenger, me los ha dicho en un hermoso y esperanzador correo electrónico. No conozco todas sus circunstancias, excepto que tiene esclerosis múltiple, y vive sola con su hija preadolescente. Sé que adora a su hija, y su hija a ella; que ambas hacen un “equipo” (tema para mañana) y que es una mujer muy talentosa. Estos son sus quiero:
1. Quiero hacer los ejercicios de rehabilitación justos para despertar mi pierna derecha; 2. Quiero descubrir cuáles son esos ejercicios (mi pierna los sabe pero aún no me los dice); 3. Quiero mediante el blog que he abierto, seguir comunicándome con gente que siente como yo (he descubierto que hay mucha más de la que creía); 4. Quiero seguir alimentando esta relación con mi nena que por fin va por los canales correctos; 5. Quiero descubrir dentro de mí lo que me ha traído hasta este lugar; 6. Quiero poder ir y volver de la piscina sola (la verdad es que no he vuelto a intentarlo).
“Es raro, estoy contenta conmigo misma, no sé por qué”, me escribió Emma justo después de sus “quiero”.
Ayer estuvo en casa otra nueva amiga Shekinah, también blogera. Nos visitó con su hijo menor -preadolescente- y su esposo. Faltó el otro miembro de su “equipo de apoyo primario: su hijo adolescente. Muy exitosa en el campo de la docencia y la investigación, es sobreviviente de cáncer, y ahora tiene una condición neurológica degenerativa que le ha afectado la coordinación y la estámina.
No especificó sus “quiero”, pero los puedo adivinar: van en la dirección de vivir (no existir) a plenitud, en Gracia Espiritual; continuar siendo productiva; perfeccionar sus pasos (ayer estrenó zapatos con pulgada y media de taco ancho); y ahora, ¡empezar un negocio con uno de sus terapistas!
¿No son esas ganas de vivir?
Conozco personas cuyos “quiero” son retomar la capacidad de mover un dedo, o poderse levantar de la cama. De hecho ambos formaron parte de mis “quiero”. Intruso -el tumor cerebral que me habita desautorizado- ha provocado que me haya costado sangre sacar de mi lista de “quieros” la capacidad de mover los dedos (y escribir), y poder levantarme de la cama. Me costó tiempo, y muchas energías de todos los integrantes de mis equipos de apoyo: el “in house”, el equipo de apoyo familiar, el de amigos, compañeros de trabajo, vecinos, conocidos, ¡y desconocidos!
Mis actuales “quiero” se dividen por categorías temporales. A corto plazo: 1. Quiero vivir, no pasar por la vida existiendo; 2. Quiero levantarme del suelo sin ayuda; 3. Quiero no caerme; 4. Quiero poder dar muchos pasos erguida, aunque sea con la ayuda de alguno de mis bastones de cuatro puntas; 5. Quiero que mi pierda izquierda entienda que no puede ser una República Independiente y que el brazo izquierdo no se contamine con el mismo capricho; 6. Quiero poder levantarme de la mesa del comedor sin ayuda.
A mediano plazo: 1. Quiero seguir viviendo, no pasar por la vida existiendo; 2. Quiero subir y bajar escaleras sin miedo a caerme; 3. Quiero ser más independiente en casa; 4. Quiero bailar bolero con mi esposo.
A largo Plazo: 1. Quiero continuar conViviendo en PAZ con Intruso, ya que no me lo pueden arrancar; 2. Quiero caminar hasta el buzón; 3. Quiero poder bajarme del carro y echar gasolina; 4. Quiero poder ir a la farmacia, al supermercado; 5. Quiero dar unos pasitos básicos de salsa con mis hijos.
Quiero continuar disfrutando esta vida sabrosa que el Cielo contiúa regalándome. Tan es así, que seguro que en los próximos días continuaré añadiendo “quieros” con la mano en el corazón... sin necesidad de frotar la lámpara de Aladino.
Quiero seguir queriendo.
4 comentarios:
eres hermosa
No más que tú. Cuando quieras añadirle a la lista, ¡lo hacemos!
hay diferentes tipos de "quiero"... algunos son demandas.
¡Qué rico conocerte! Eres benévolo conmigo cuando dices que algunos “quiero” (¿algunos?) son “demandas”. Gracias por la lección de humildad.
“Quiero” pensar que es una táctica de “visualización”... y que por eso no me gusta el verbo en un tiempo menos fuerte (“quisiera”, o peor aún “desearía”).
¡Un abrazote!
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