Octubre es el mes rosa, designado para la prevención del cáncer del seno. Desde que los calendarios empezaron con las fechas de “concienciación” sobre distintas condiciones médicas, y cada condición se distingue con cintitas cruzadas de distintos colores, me pareció curioso.
Esas fechas... ¿Las habrá decidido una agencia de publicidad internacional para abultarse el bolsillo anunciándolas? ¿Las auspiciará una fábrica textil para no perder las cintas de colores almacenadas? ¿Será invento de los diseñadores de Haute couture para vender prêt-à-porter para las mujeres comunes -como yo-; o será para inventarse desfiles de modas con cocteles piadosos?
La respuesta es: ninguna de las anteriores. Se trata del puro deseo de salvar vidas con detecciones tempranas.
No exageran el mensaje las agencias de publicidad, las fábricas textiles, los diseñadores, las asociaciones médicas, los institutos de investigaciones, las agencias salubristas de los distintos gobiernos, la Organización Mundial de la Salud… ni la niñita de 5 años que usa la pulserita rosa.
No exageran cuando repiten las escandalosas estadísticas de casos de condiciones que se pueden combatir al detectarse de forma temprana. Por eso llevan un mensaje vivo -no histérico- lleno de amor y esperanza.
A partir de hoy, y durante todo el mes de octubre todos y todas debemos llevar el mensaje de prevención de cáncer de seno a todos y todas las personas: mujeres y hombres, hombres y mujeres.
Todos y todas debemos hacernos el autoexamen, y, con la autorización médica, darnos la vuelta por el centro de mamografías para un examen que no está demás.
No exagera la niña de 5 años que lleva la pulserita rosa (de goma). Ella entiende que la importancia de que su mami y sus titis se hagan la prueba preventiva. Lo entiende porque su abuelita sobrevivió un cáncer de seno.
Igual lo entiendo yo, que por estar “en edad” de hacerme la prueba, arrastré con mi mejor amiga, treintona para hacerse la mamografía y, o sonomamografía que se sugiere a partir de los 40.
La invité a que me acompañara y se las dejara apretar conmigo "por solidaridad preventiva”. Ella –“joven para tener cáncer de seno”- resultó con cáncer. Por bendición del Cielo, hace cuatro años que podemos decir que es otra sobreviviente que descubrió su cáncer con una “inocente” prueba preventiva.
Por ella y por todas y todos, a partir de hoy, llevo mi cintita (ahora es un broche), o mi pulsera. Y de paso, te sugiero que lleves el mensaje del autoexamen del seno a tu madre, a tu hermana, tu cuñada, tu amiga, colega… y de paso, vayan con su orden médica a “apretárselas juntas”.
2 comentarios:
bien
;)
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